Cuando uno se relaciona con otros seres humanos, como ya he comentado otras veces, busca afinidades, cualidades admiradas o soprendentes, o más sencillamente, "superioridades" del interlocutor en ciertos aspectos. Estoy hablando de una relación no indiferente, sino una relación en la cual estás a la expectativa de toda respuesta ya sea verbal o no verbal de dicho interlocutor. Esa sensación en la que uno se encuentra sumergido en el agua y lo único que puede oir son los sonidos emitidos a través de las burbujas de aire expelidas por el sujeto que está inmediatamente delante.
Dichos cautivadores de atención, a mi entender, como principal causa de su carisma, poseen un intelecto altamente desarrollado. Huelga decir que suelen ser necesarias ciertas aptitudes sociales del individuo.
Según mi experiencia, ese tipo de persona, con tal intelecto, es al menos una segunda generación de amantes de los libros. Quiero decir con ésto que como mínimo, los padres(madres) de dichas personas son o fueron apasionados lectores. Esos padres que posiblemente en su juventud no disfrutaron de tal influjo de sabiduría, si son ahora capaces de comunicar dicha sapiencia a sus hijos desde las edades más tempranas, con el consiguiente efecto en el desarrollo intelectual de sus mentes. Es en ese momento en el que el individuo en cuestión toma la responsabilidad de aprovechar dicho recurso "divino". En caso de aprovecharlo y mediante esfuerzo consciente seguir desarrollando su capacidad, las probabilidades de llegar a ser personas con la capacidad de fascinación inicialmente propuesta son muy altas.
Como conclusión, y vulgarizando ligeramente el lenguaje con el objetivo de ser lo mejor entendido posible, afirmo que "los mejores pensadores son producto de padres lectores".
Haré constar que soy consciente de las excepciones que se dan y pueden darse.
Dichos cautivadores de atención, a mi entender, como principal causa de su carisma, poseen un intelecto altamente desarrollado. Huelga decir que suelen ser necesarias ciertas aptitudes sociales del individuo.
Según mi experiencia, ese tipo de persona, con tal intelecto, es al menos una segunda generación de amantes de los libros. Quiero decir con ésto que como mínimo, los padres(madres) de dichas personas son o fueron apasionados lectores. Esos padres que posiblemente en su juventud no disfrutaron de tal influjo de sabiduría, si son ahora capaces de comunicar dicha sapiencia a sus hijos desde las edades más tempranas, con el consiguiente efecto en el desarrollo intelectual de sus mentes. Es en ese momento en el que el individuo en cuestión toma la responsabilidad de aprovechar dicho recurso "divino". En caso de aprovecharlo y mediante esfuerzo consciente seguir desarrollando su capacidad, las probabilidades de llegar a ser personas con la capacidad de fascinación inicialmente propuesta son muy altas.
Como conclusión, y vulgarizando ligeramente el lenguaje con el objetivo de ser lo mejor entendido posible, afirmo que "los mejores pensadores son producto de padres lectores".
Haré constar que soy consciente de las excepciones que se dan y pueden darse.