¿y no has pensado nunca que prefieres el mundo de la fantasía al de la realidad? ¿Nunca te has acostado impaciente por presenciar algún nuevo espectáculo onírico? ¿te suena eso de irte a la cama pensando que lo que vas a "vivir" en las siguientes horas es muchísimo más interesante que tu vida cotidiana?

Al despertarte, ¿has puesto alguna vez el grito en el cielo porque una llamada de teléfono, un timbre o un despertador han quebrado un momento IDEAL?

Si te sientes identificado, te compadezco, y si no, mucho más. Porque el mundo de los sueños es un mundo impresionante, un mundo en el que todo es posible, un mundo en el que inevitablemente te sentirás sorprendido. Y es probable que ese sea una de los factores determinantes, en la medida en que apreciamos muchísimo más el tema en cuestión en etapas de nuestra vida en la que todo lo que nos envuelve por fuera y lo que nos ilumina por dentro parece tedioso, repetitivo, predecible y falto de expectativas.

Es muy interesante el aspecto de la impredecibilidad de los sueños, ya que la mezcla de conceptos, situaciones, personajes y escenarios es abrumadora. Si no visualizais el concepto no tenéis más que observar una obra de Dalí.

Dentro de esa impredecibilidad encontramos otro factor que da más juego aún, y es la opción de conseguir el control "relativo" del sueño, en lugar de ser un mero y sufrido(o deleitado) espectador. ¿Cuándo,cómo y por qué? No lo sé, pero si sé que prefiero que sea una variable aleatoria que sumada a las demás existentes, le dé a este Gran Juego de los Sueños una mayor capacidad de combinaciones posibles que sigan haciendo una apuesta perdida cualquier tipo de predicción.

Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944)

Museo Thyssen - Madrid