Hola a todos,

Sí, todavía estoy vivo. ¿Ni un post durante todo 2009? Ni uno solo.

¿Qué me ha pasado durante este tiempo? Probablemente es que he estado más ocupado que durante el tiempo en el que estuve escribiendo los anteriores posts... pero quizás parte ha sido falta de entusiasmo.

Llevo casi tres años viviendo en Suecia y hablando no muy

amenudo nuestra amada lengua castellana así que espero me podáis disculpar cuando me salte las reglas de la Academia inadecuadamente. Apreciaré comentarios constructivos al respecto.

Ahora leo la introducción y parezco algo pedante pero simplemente

intento expresarme de la forma más bonita posible. Si me conoces sabrás que yo no hablo tan retóricamente.

He aquí una nueva reflexión:

Anteriormente era bastante fácil para mi el leer la palabra de Dios y darle una interpretación basada en mi propia experiencia y mis conocimientos. Creía que sabía mucho, que ahora escuchaba "una predicación más", que ya me sabía ese versículo o ese capítulo de la Biblia.

Últimamente he aprendido que para entender realmente lo que leo necesito la ayuda del Espíritu Santo. Que quizás muchas de las predicaciones que daba por sentadas (ya que había crecido con ellas) no son verdades absolutas mas corresponden a ciertas corrientes de pensamiento.

He empezado a detenerme a reflexionar cómo Jesús interpreta las escrituras del Antiguo Testamento y me he dado cuenta de que sin ayuda yo NUNCA podría imaginar tales interpretaciones.

He empezado a ser más cauto cuando intento interpretar los distintos pasajes y he empezado a recurrir más y más a comentarios bíblicos como los de Matthew Henry.

La palabra de Dios es demasiado importante y relevante como para interpretarla a la ligera y a renglón seguido "enseñar" a otros tal interpretación.

Esta debe ser estudiada en oración y entendida en relación y acuerdo con el resto de las escrituras.