Y puede llegar a ser un sino el convertir cosas sencillas, preasumidas, ampliamente aceptadas y toleradas en una maraña de conjeturas, cuestiones, acusaciones y frustraciones. Nietzsche, no abras tanto los ojos, ni siquiera veo tus párpados, contrae las pupilas, te vas a quedar ciego con el deslumbrante amanecer, no hablo de tí.
Cuando habláis con alguna persona a menos de un metro de distancia, ¿qué ojo elegís para comunicaros? ¿Elegís el derecho o acaso el izquierdo? Cuando elegís pasan 4, 5, 6 segundos y empiezas a pensar a qué ojo te está mirando la otra persona, ¿te mira al derecho?, ¿por qué te mira al derecho? ¿es que tienes un ligero estrabismo y el izquierdo es ligeramente vago? ¿es porque lo ha elegido aleatoriamente? Tras decidirte a mirarte en el espejo en cuanto llegues a casa piensas de nuevo en sus ojos. Pobre ojo alternativo, no le miras, se siente solo, no te comunicas con él, ¿se sentirá marginado? ¿Hablará con el centro neurálgico y creará una sensación negativa de tu interlocutor hacia tí debido a su marginación a pesar de que le prestas toda tu atención física al ser humano? Y digo física porque tu mente está divagando sobre todas estas cuestiones mientras tu interlocutor sigue hablando del tan interesante tema que te estás perdiendo. No sabes qué te dice, es como si despertaras de un coma y te preguntases por qué estás enchufado a un tubo de suero... la cosa resulta aún más perturbadora cuando la persona acaba la frase, esboza una sonrisa e inclina su cabeza ligeramente hacia la izquierda esperando un comentario, opinión... el siguiente paso comunicacional. En bragas, color carne y de abuela, es como estás.
Cuando habláis con alguna persona a menos de un metro de distancia, ¿qué ojo elegís para comunicaros? ¿Elegís el derecho o acaso el izquierdo? Cuando elegís pasan 4, 5, 6 segundos y empiezas a pensar a qué ojo te está mirando la otra persona, ¿te mira al derecho?, ¿por qué te mira al derecho? ¿es que tienes un ligero estrabismo y el izquierdo es ligeramente vago? ¿es porque lo ha elegido aleatoriamente? Tras decidirte a mirarte en el espejo en cuanto llegues a casa piensas de nuevo en sus ojos. Pobre ojo alternativo, no le miras, se siente solo, no te comunicas con él, ¿se sentirá marginado? ¿Hablará con el centro neurálgico y creará una sensación negativa de tu interlocutor hacia tí debido a su marginación a pesar de que le prestas toda tu atención física al ser humano? Y digo física porque tu mente está divagando sobre todas estas cuestiones mientras tu interlocutor sigue hablando del tan interesante tema que te estás perdiendo. No sabes qué te dice, es como si despertaras de un coma y te preguntases por qué estás enchufado a un tubo de suero... la cosa resulta aún más perturbadora cuando la persona acaba la frase, esboza una sonrisa e inclina su cabeza ligeramente hacia la izquierda esperando un comentario, opinión... el siguiente paso comunicacional. En bragas, color carne y de abuela, es como estás.