"El viejo George Orwell lo entendió todo al revés. El Gran Hermano no está mirando. Está cantando y bailando. Está sacando conejos de una chistera. El Gran Hermano está ocupado en reclamar tu atención a cada momento que pasas despierto. En asegurarse de que siempre estés distraído. En asegurarse de que permanezcas abstraído.
En asegurarse de que se te marchite la imaginación. Hasta que sea tan útil como tu apéndice. En asegurarse de que tu atención siempre está ocupada. Y esta forma de ser alimentado es peor que ser observado. Si el mundo te mantiene siempre ocupado, nadie tiene que preocuparse por lo que tienes en mente. Si la imaginación de todo el mundo está atrofiada, nadie más será nunca una amenaza para el mundo.
Hay cosas peores que descubrir a tu mujer y tu hijo muertos. Puedes ver cómo los mata el mundo. Puedes ver a tus hijos descubriendo todas las cosas del mundo de las que has intentado salvarlos. Las drogas, el divorcio, el conformismo, las enfermedades. Todos los bonitos libros, la música, la televisión. Las distracciones.
La música y las risas te consumen los pensamientos. El ruidos los ahoga. Todos los sonidos distraen. Te duele la cabeza de respirar pegamento.
Ya nadie es dueño de su mente. Concentrarse es imposible. No se puede pensar. Siempre hay ruido royendo. Cantantes gritando. Gente muerta riéndose. Actores llorando. Todas esas pequeñas dosis de emociones.
Siempre hay alguien rociando el aire con su estado de ánimo.
Restransmitiendo su dolor o su alegría o su rabia por todo el vecindario con el equipo de música del coche...."
En asegurarse de que se te marchite la imaginación. Hasta que sea tan útil como tu apéndice. En asegurarse de que tu atención siempre está ocupada. Y esta forma de ser alimentado es peor que ser observado. Si el mundo te mantiene siempre ocupado, nadie tiene que preocuparse por lo que tienes en mente. Si la imaginación de todo el mundo está atrofiada, nadie más será nunca una amenaza para el mundo.
Hay cosas peores que descubrir a tu mujer y tu hijo muertos. Puedes ver cómo los mata el mundo. Puedes ver a tus hijos descubriendo todas las cosas del mundo de las que has intentado salvarlos. Las drogas, el divorcio, el conformismo, las enfermedades. Todos los bonitos libros, la música, la televisión. Las distracciones.
La música y las risas te consumen los pensamientos. El ruidos los ahoga. Todos los sonidos distraen. Te duele la cabeza de respirar pegamento.
Ya nadie es dueño de su mente. Concentrarse es imposible. No se puede pensar. Siempre hay ruido royendo. Cantantes gritando. Gente muerta riéndose. Actores llorando. Todas esas pequeñas dosis de emociones.
Siempre hay alguien rociando el aire con su estado de ánimo.
Restransmitiendo su dolor o su alegría o su rabia por todo el vecindario con el equipo de música del coche...."
"Nana (Lullaby)", págs. 28-30, Chuck Palahniuk (el amo)
Nota 1: Nunca habría imaginado que podría admirar a un personaje contemporáneo tanto como admiro al cerebro de Palahniuk.
Nota 2: Cuando se habla de "gente muerta riéndose" es por que el autor anteriormente menciona que la mayoría de las risas que se emplean actualmente en televisión fueron grabadas en los años 50 así que la mayoría de las risas que escuchamos en los shows son de gente muerta.
Nota 1: Nunca habría imaginado que podría admirar a un personaje contemporáneo tanto como admiro al cerebro de Palahniuk.
Nota 2: Cuando se habla de "gente muerta riéndose" es por que el autor anteriormente menciona que la mayoría de las risas que se emplean actualmente en televisión fueron grabadas en los años 50 así que la mayoría de las risas que escuchamos en los shows son de gente muerta.