Estás entrando en tu madurez, tienes todo en tu mano pero no tienes nada. Qué más da porque nada importa... o casi nada... porque conoces la Verdad. Porque sabes que hay un Dios ahí arriba sublime, todopoderoso, gobernador del mundo, misericordioso, justo, bondadoso, veraz y sobre todo derramador de amor. Porque dice en su palabra:
2 CORINTIOS 12:9-10
Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona
en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré mas bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte.
ISAIAS 40:29-31
El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes flaquean y caen;
Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas
como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Entonces ahora que soy débil soy fuerte en Cristo. Porque cuando me faltan las fuerzas y las situaciones parece que me superan, es cuando su poder se hace más evidente. Porque me arrodillo ante Él y clamo. Porque le abro mi corazón y lucho en la fe que me hace ver el final. Porque el reino de los cielos se ha acercado y no podemos desfallecer mas es el momento de tomar nuestras armas y salir a la batalla. Hay una guerra espiritual en este mundo lo reconozcamos o no, y o luchamos o moriremos por las flechas del fuego cruzado. ¿Que estoy fantaseando? ¿Que me han dominado la inocencia, credulidad y locura? Bien, indaga en los más profundo de tu corazón, sé sincero contigo mismo, ni siquiera lo verbalices. Clávalo en la pared blanca de tu entendimiento.