Quizás al principio uno piensa que es pan comido tener una relación exitosa. Que con mezclar los elementos la reacción química se realiza automáticamente. Que te sientas y miras. Pero se requiere esfuerzo. Se requiere aprendizaje. Se requieren experiencias y largas y tendidas conversaciones. Se necesita hincar las rodillas en el suelo y pedir sabiduría a nuestro gran Dios. Conocerse en alma cuerpo y espíritu. El objetivo es llegar a ser los mejores amigos y amantes. Ser una unidad. Esa naranja completa compuesta por dos subpartes originarias. Precioso el mito platónico.
Y no es que no haya los ingredientes necesarios, porque los hay. Hay chispa, hay "ese algo", hay atracción física e intelectual, hay diversión, curiosidad, complicidad, hay amor y cariño, hay dependencia y apoyo y hay construcción mutua. Pero hay que arremangarse y ponerse manos a la obra si uno quiere tener la historia de amor más bonita jamás contada.
Por eso uno pide consejo primero a Dios, después a gente cercana con autoridad y finalmente a gente no tan cercana. Un modo de hacerlo es a través de los libros. Por eso, os muestro nuestra primera adquisición sobre el amor para leer conjuntamente y aprender, reflexionar, comentar y aplicar. El libro habla de que hay 5 formas principales de comunicar amor. Debemos entenderlas, saber cómo funcionamos y posteriormente aplicarlas con éxito. Suena bien.
¿Sabéis la sensación que se tiene si en tu cumpleaños te regalan un aireador de vino pero tú eres abstemio? Creo que es algo parecido.
Quiero conocerte hasta el punto de que pueda ser tu oxígeno cuando estés bajo el agua.
a Linda, mi amor, (aunque no lo lea, jeje)